Muchos viven solos y no poder salir de casa e interactuar con el mundo exterior favorece que aumente el sentimiento de soledad, que puede repercutir en un declive de salud
Llevamos más de dos semanas de confinamiento, y seguimos privados de las visitas a casa de los padres o abuelos y de las comidas de domingo en familia. Esta situación ha cambiado nuestros hábitos y costumbres a todos los niveles, también en lo familiar, y, posiblemente, sea a nuestros mayores a quienes más haya afectado. Muchos viven solos y no poder salir de casa e interactuar con el mundo exterior favorece que aumente el sentimiento de soledad, que puede repercutir en un declive de salud, desencadenando en un estado de desnutrición. Para evitarlo, a continuación, algunos consejos prácticos:
1. Procurar comer acompañados (aunque sea online). Compartir las comidas mediante una llamada en altavoz o videollamada ayudará a que se sientan más acompañarlos, reduciendo la sensación de soledad. Así, de paso, nos aseguramos de que han comido.
2. Aumentar el número de ingestas al día. Por ejemplo, unas cinco o seis, ya que comer poco, pero más veces, les ayudará a que al final del día hayan ingerido más calorías totales.
3. Enriquecer los platos, incorporando ciertos ingredientes que en pocas cantidades ayuden a aumentar considerablemente las calorías totales de la elaboración. Por ejemplo, añadiendo una cucharada de miel a la leche, un puñado de frutos secos y/o fruta deshidratada al yogur, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, nata, un poco de queso rallado o simplemente unos picatostes a la crema de verduras, un huevo rallado dentro de la sopita o en un plato de pasta.
4. Tener siempre a la vista alimentos fáciles de comer. Si se dejan en el campo visual se consumen con más frecuencia. Por ejemplo, tener un bol de frutas en medio del comedor, unos bastoncitos de pan, frutos secos o frutos deseados.
5. La hidratación, sobre todo en mayores, es fundamental, como ya comentamos ayer. Si, además, lo podemos hacer a través de líquidos que les aporten energía y les nutran, ¡mejor que mejor! Por ejemplo, un vaso de leche o de yogur líquido, un zumo natural de frutas o batidos de leche y frutas.
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